6 Ética de las Finanzas 180718
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• Incluirlos a todos, sin dejar afuera a ningún grupo afectado por nuestras acciones o que pueda afectarlas. • Relacionarnos cooperativamente con cada uno según una comprensión compartida por ambos de la naturaleza de esa relación.
• Hacerlo de forma equilibrada según la justicia propia de cada tipo de relación.
LECTURAS MFIA Ética de las Finanzas LIBRO 6
El equilibrio de las relaciones con los diversos stakeholders es crucial en la ética financiera, de manera que sus implicaciones serán un tema central de este libro.
La Ética económica en general incluye diseñar esquemas equilibrados de colaboración en torno a los bienes materiales, en que todos los tipos de relaciones están disponibles para nosotros como personas. Pensamos así en alguien cuyo ser social no consiste solo en sus habilidades y recursos para el mercado, sino que al mismo tiempo es también un participante en comunida- des a las que contribuye y de las que puede pedir, un miembro de un Estado bajo el imperio de la ley, y un ciudadano activo en la creación y el disfrute de derechos. Esta multiplicidad es, además de un asunto de equilibrio, también un ejemplo de diversificación. Porque, ¿qué ocurre si el mecanismo central de cooperación en que habíamos confiado deja de funcionarnos, por ejemplo si nos quedamos sin empleo? Entonces la existencia de una comunidad, de un Estado o de algún otro mecanismo sustancialmente distinto al mercado en que poder apoyarse, da mu- cho margen para reaccionar y reconstruir lo que se ha roto en nuestra relación de mercado. Por así decirlo, no caemos en un vacío sino que encontramos puntos de apoyo para recuperarnos. Por otra parte, las comunidades o el Estado solo existirán si contribuimos a mantenerlos, con nuestro tiempo, nuestros recursos, y el sentido de las reglas de juego que corresponde a cada una de esas instituciones. Al fin, ellas son, como el mercado mismo, formas de cooperación. Solo existen si se las hace existir cooperando a través de relaciones concretas según las reglas adecuadas, que exigen de cada persona tiempo, recursos y justicia. Cada una de esas formas de cooperación genera una forma de capital social más o menos profunda y permanente, en proporción a los requisitos informacionales y comunicativos de la relación correspondiente. El capital social permite entablar relaciones en ese ámbito e incluso puede trasladarse a las rela- ciones en otros ámbitos: por ejemplo, quien tiene buena reputación en un mercado, tiene más probabilidades de ser también un buen ciudadano.
El sentido del equilibrio en las relaciones puede entonces plantearse en varios aspectos:
(i) Dentro de cada relación, el equilibrio se llama justicia, cuyo significado varía con la relación de que se trate.
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