6 Ética de las Finanzas 180718

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• La toma de decisiones en las finanzas es impersonal, con escaso contacto humano con los stake- holders . Los operadores en los mercados financieros rara vez deben pensar en lo que hará “el otro”, sino en lo que hará “el mercado”, lo que establece una capa de impersonalidad entre el decisor y las consecuencias de su decisión. Estas son mediadas por el comportamiento de un ente colectivo que es, en realidad, un solo gran mercado global con infinidad de ope- radores independientes, cuyas decisiones son difíciles de conocer y prever si no es con un grado de abstracción grande, justamente el que provee la idea del mercado. La contraparte de cada transacción es “el mercado” en mayor medida probablemente que en resto de la Ética empresarial, donde el stakeholder es más fácil de identificar y fijar. Otra capa de impersonalidad viene dada por las relaciones entre el decisor y la decisión mis- ma, por cuanto que esta última es con cierta frecuencia tomada por ordenadores. El decisor humano se limita a programarlos para decidir de cierta manera bajo circunstancias previsi- bles de antemano. Por supuesto, los ordenadores actúan de manera automática según el programa que recibieron, de manera que no puede esperarse de ellos ni consideración por los stakeholders , ni ejercicio de ninguna virtud que no esté definidamente programada, ni apertura a novedades en la respuesta, ni ninguna de las demás características que hacen moral a una decisión. Finalmente, una tercera capa de impersonalidad aparece en materia de los recursos em- pleados. Típicamente, el financiero utiliza recursos personales o institucionales que no son suyos ni de sus socios directos. Sean los de un ahorrista, una empresa, un inversionista, u otro repositorio financiero en que el ahorrista, la empresa, el inversionista… colocaron su dinero, lo normal es que opere con recursos de otros, a menudo con dinero de orígenes y bajo regímenes variados (formas distintas de deuda de sujetos distintos). En esa cadena que lleva los recursos hasta el operador financiero, cabe plantearse cómo se distribuye la responsabilidad moral entre quien toma las decisiones, quien provee los recursos, quien los transmite, quien corre los riesgos y quien recoge qué beneficios del proceso. • Este carácter impersonal tiene una consecuencia obvia: desprovistas en mayor medida que otras ramas de la empresa de contacto humano, las decisiones financieras se toman más sobre la base de maximizar la rentabilidad / riesgo para un cierto nivel de liquidez, esto es, se parecen más a las decisiones que la Microeconomía estándar prevé . La Microeconomía tie- ne asociada una ética declaradamente poco ambiciosa: se limita al respeto a la propiedad privada y a los contratos libres. De ahí en adelante, cada cual cuida de sus intereses y el mecanismo impersonal del mercado cuida de los colectivos, si es que lo hace (la Microeco- nomía misma enseña que ello solo ocurre en un sistema completo de mercados ideales de competencia perfecta: modelo de Arrow-Debreu).

LECTURAS MFIA Ética de las Finanzas LIBRO 6

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