6 Ética de las Finanzas 180718
25 Primera parte
volverse otra y seguir contratando, como ocurrió con Arthur Andersen después del escándalo Enron. A veces encontramos formas organizacionales como las coaliciones para motivar un determinado boicot popular, malas opiniones sobre la empresa vertidas en los medios de co- municación y en las redes sociales, etc; y también formas individuales de negar la propia cola- boración a una compañía, de hablar mal de ella a los amigos, etc. El poder de los mecanismos difusos no debe menospreciarse, ni en sí mismo, puesto que cada persona involucrada en ellos niega su cooperación a la empresa o quisiera negarla si pudiera, ni en su capacidad para exten- derse comunicacionalmente y pasar a otras personas, ni en su potencial para volverse acción colectiva a través de organizaciones civiles o políticas, hasta convertirse en política del Estado. Esa es la razón por la cual grandes empresas establecen un departamento de diplomacia cor- porativa, para intentar negociar las situaciones de descontento y resolverlas antes de que se extiendan como boicots de algún tipo. Esto nos deja a las puertas de lo que se pretende con este curso. La Ética es un saber prác- tico cuya verdad se demuestra en un comportamiento consciente elegido por intenciones, sentimientos y razonamientos adecuados. No puede en realidad enseñarse en un curso de universidad. Ni tampoco es preciso, por cuanto en realidad todos poseemos convicciones éti- cas y todos nos hemos visto en el trance de elecciones no predeterminadas, que solo pueden resolverse por opciones éticas. Todos hemos sido objeto de diversas formas de socialización moral y todos hemos tenido que elegir cuáles aceptar y de cuáles separarnos en el transcurso de nuestra vida. Finalmente, todos tenemos un perfil moral ante los demás, que nos hace apa- recer como confiables, hipócritas o cínicos, capaces de liderazgo o seguidores de los objetivos de otros, emprendedores de iniciativas legítimas o ilegítimas, etc. Dicho con otras palabras, a la altura en que llegamos a clase en la universidad, todos tene- mos ya una biografía moral. Esa biografía está abierta en parte a lo que los diversos profesores (también el de Ética, pero no solo) puedan hacer en sus cursos desde un punto de vista más o menos explícito. Al fin, los profesores forman parte del proceso de socialización moral, y envían quizás más mensajes de los que son conscientes. Son solo parte, su influencia es limitada y está constreñida por el marco institucional, pero al fin algo influyen. A todos los profesores, incluso a los de materias más ‘técnicas’, les corresponde hacer notar a los estudiantes las opciones y los problemas éticos que se asumen con una u otra decisión, y las correspondientes herramientas profesionales para tomar esa decisión y llevarla a cabo (episte- mológicas, organizacionales, comunicacionales, etc). Toda actividad profesional está plagada de puntos donde la opción ética es inevitable, abiertamente o de manera implícita. Abierta- 1.3. LA ÉTICA ENSEÑABLE
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