6 Ética de las Finanzas 180718

221 Tercera parte

se han podido devolver; pero en aquellos momentos, para mucha gente, esas facilidades eran una política acertada que permitía a muchas personas humildes acceder a una vivienda propia. Otras personas lo vieron, acertadamente según se comprobó después, como un estímulo por razones políticas a la imprudencia en el gasto. Por otra parte, las autoridades deben vigilar que los particulares no se “escapen” actuando fuera de la ley. En un mundo tan dinámico como el financiero hay que estar muy atento para que no aparezcan actividades al margen de la legislación, o en fraude de ley, o en contra de la ley. Un buen ejemplo es cómo hubo que cambiar la legislación para evitar en el futuro lo ocurrido con los primeros pagarés de Rumasa. Sin duda, cabría comentar otros problemas, pero creemos que los aquí vistos pueden servir para que el lector se dé cuenta de lo problemático de este campo. Como ocurre otras veces en economía, no siempre lo que parece más obvio o mejor intencionado resulta ser al final lo mejor para la sociedad y para cada uno de sus integrantes (Gómez-Bezares, 2000). Tenemos que sopesar las consecuencias a corto y a largo plazo de cada una de las posibles actuaciones, y esto no siempre es fácil. Comentaremos en el siguiente punto algunos conflictos de interés. En el punto anterior ya aparecen conflictos de interés, pero vamos a desarrollar ahora algunos que son típicos del regulador. Así, por ejemplo, la regulación, en ocasiones, se ajusta a los intere- ses del país (al menos a corto plazo) y en contra de la transparencia. Esto sucedió en 2011 cuan- do bajó la calificación de la deuda pública española y no se consideraron las correspondientes minusvalías en el capital de los bancos españoles. Los bancos españoles tienen deuda pública española entre sus activos; si baja su calificación, vale menos, y se deberían haber contabilizado las correspondientes minusvalías. Pero el hacerlo hubiera deteriorado la solvencia contable de nuestro sistema financiero a la vez que hubiera desestimulado la compra por nuestros bancos de más deuda pública española (en un momento en que era poco apreciada por el mercado), por lo que el regulador actuó como actuó. Pero también es cierto que la “foto”que se transmitía de la solvencia de nuestro sistema financiero, por esta y por otras causas, resultaba discutible. Vemos aquí un caso en que el regulador tiene que decidir entre unos intereses y otros. 16.4. CONFLICTOS DE INTERÉS

Algo parecido pasa cuando Alemania ha dificultado que se supervisen desde los organismos europeos sus entidades financieras de menor tamaño, para evitar que no quedaran muy bien.

En ocasiones puede entenderse que es aconsejable no decir toda la verdad sobre los proble- mas de una entidad financiera, para evitar que el pánico entre los clientes la lleve definitiva-

Made with FlippingBook - Online catalogs