6 Ética de las Finanzas 180718
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en una plaza financiera pequeña que en Zurich o Londres, donde la presión por los resultados afecta al bonus e incluso al puesto de trabajo.
REASEGURO
Asegurar los barcos que circulan por los mares o las catástrofes naturales tiene características distintas a los seguros de coche, por ejemplo. Son siniestros de baja frecuencia, pero cuando ocurren la cuantía asegurada es muy alta. Para hacer frente a las consecuencias de estos suce- sos las empresas de seguros se reaseguran entre sí. El primer contrato de reaseguro se realizó en el siglo XIV, y ha seguido habiéndolos desde en- tonces, cada vez más sofisticados. La complejidad de la gestión de los grandes riesgos proviene de la falta de información estadística y de las enormes desviaciones de los daños una vez que el siniestro ocurre. El reaseguro permite que las primas no sean tan elevadas y que el capital de la empresa de seguros sea menor que la incertidumbre cubierta. Como negocio realizado entre profesionales, el problema del cálculo de las primas del reasegu- ro se encuentra más en la dificultad de la medición y en los riesgos no uniformes en el tiempo, que en la diferencia de información entre las empresas. Los grandes riesgos como las catástro- fes naturales o los de entidades singulares como una refinería o un petrolero, resultan difíciles de evaluar, lo que hace complejo el cálculo de los daños cubiertos, sobre todo cuando las pér- didas asociadas con los hechos asegurados presentan externalidades: ¿las pagan todas las em- presas de seguros? En el caso de un huracán o un volcán, los gobiernos van a cubrir una parte de las pérdidas asociadas. Las empresas de seguros pueden hacer de free rider , aprovecharse de la cobertura genérica ofrecida por los gobiernos y no contribuir en lo pactado. En este caso el asegurado individual no tendrá la cobertura reducida, pero es la sociedad en general la que ha pagado lo que debería correr a cargo de una aseguradora. La medición de las consecuencias de siniestros no repetitivos y con doble seguro (privado y público) puede ser muy difícil. Las agencias gubernamentales americanas Fannie Mae y Freddie Mac, creadas por Roosevelt en 1934 para ayudar a los americanos a conseguir hipotecas a largo plazo, pueden ser consi- deradas empresas de seguros especializadas en hipotecas. Constituyen un claro ejemplo del conflicto de intereses entre lo público y lo privado. Comenzaron como empresas puramente gubernamentales; para evitar consolidar sus deudas con las del gobierno se convirtieron en 1968 en empresas privadas garantizadas por el gobierno. En realidad compartían lo mejor de los dos mundos: ni se les exigía la transparencia de un organismo público ni la disciplina de mercado de una empresa privada. FANNIE MAE Y FREDDIE MAC
LECTURAS MFIA Ética de las Finanzas LIBRO 6
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