6 Ética de las Finanzas 180718

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12.7. LAS MEDIDAS DE RIESGO

El incremento de actividad en las mesas de tesorería y la negociación por cuenta propia, hacen necesario para los bancos tener una medición del riesgo, algo que les permita agregar los que tienen en las distintas mesas, en los distintos mercados en que operan. Los departamentos de riesgos de los bancos se llenan de matemáticos y físicos que desarrollan modelos para medir el riesgo de todas las innovaciones del mercado, la academia también contribuye a la fiebre de la “modelitis” Son complejos modelos matemáticos que requieren datos de mercado, disponibles desde los años 80 en el mejor de los casos. La historia no está de moda. En palabras de Gal- braith (2004), lo que prevalece en la vida real no es la realidad, sino la moda al uso y el interés pecuniario. Es el triunfo de los quants , cuando los departamentos de riesgo de los bancos se llenan del mejor talento, doctores en físicas y matemáticos capaces de especificar y estimar modelos complejos pero a quienes les falta la experiencia del negocio y la visión cualitativa de la realidad económica. Los modelos justifican hacer crecer el negocio sin tanto capital propio. Se incrementa el riesgo. Surgen voces de alarma desde la academia y desde el propio mercado, pero el apetito por el riesgo de todos los agentes, y especialmente de la banca, parece ilimita- do. El problema no son los modelos, que son buenos modelos; el problema es no reconocer sus limitaciones para tratarlos con la prudencia necesaria. Detrás de la asepsia de los modelos de riesgo se esconden decisiones financieras de dudosa ética. Un ejemplo es la medición de riesgo de las titulizaciones: como por arte de birlibirloque el riesgo desaparece en el proceso de transformación de los créditos concedidos a bonos. El banco concede hipotecas por las que carga un interés del 5% y las vende en forma de bonos que pagan una rentabilidad del 3%. El sustancioso 2% es beneficio limpio para el banco en el proceso de intermediación, y sustanciosa compensación para los artífices de la magia. La crisis oficialmente declarada con la caída de Lehman Brothers puso de manifiesto el apalan- camiento global y la sobredimensión del mercado. Se reveló el riesgo acumulado en los bancos y la falta de capital para afrontarlo. Se produjo la quiebra de muchas entidades. ¿Se puede dejar caer a los bancos? No, se paralizaría la economía. Hay que rescatarlos. Hay que garantizar los depósitos del pequeño ahorrador, y también devolver la deuda que han contraído los bancos con otros bancos externos. ¿Cómo? Los Estados nacionales los rescatan. ¿Con qué dinero? Con el que toman ellos mismos prestado. ¿Y cómo van a devolver los Estados el dinero? Aumentan- do los impuestos. ¿Y…? La historia cambia en función de la riqueza del país, de su capacidad de generar impuestos sin dañar a la población, del daño proporcional de la quiebra bancaria en el conjunto de la riqueza del país. 12.8. CONCLUSIÓN: SIGNIFICADOS ÉTICOS DE LA CRISIS DEL SISTEMA BANCARIO

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