6 Ética de las Finanzas 180718

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práctica se disparó en los años anteriores a la crisis, permitiendo a los bancos revender en el mercado la cartera de créditos que habían concedido, y liberando así fondos para seguir otor- gando créditos. Un ejemplo de titulización son los Mortgage Backed Securities (MBS): los créditos hipotecarios que ha concedido un banco se empaquetan y se venden en forma de bonos en el mercado. Se utiliza un mecanismo de venta a una institución especial ( Special Purpose Vehicles , SPV) que compra las hipotecas y emite unos bonos cuyo pago queda garantizado por tales hipotecas. Además de las hipotecas, se titulizaron todo tipo de créditos a empresas en los denominados CDO ( Collateralized Debt Obligations ). Las hipotecas y los créditos salieron del balance de los bancos, dejando lugar para nuevas hipotecas y nuevos préstamos. La banca pasó de ser quien concede los créditos y toma el riesgo a una mera intermediaria: originar para distribuir se con- virtió en el nuevo negocio. Al mismo tiempo que ocurría la emisión de bonos sobre activos cada vez más opacos, se desa- rrolló un mercado de seguros sobre los bonos, los Credit Default Swap (CDS), que a cambio de una prima garantizan que se cobrara el principal del bono si el emisor no pagaba. La comple- jidad de todos estos activos desarrollados por la banca con la connivencia de las agencias de rating quedó en entredicho después de la crisis financiera y la quiebra de entidades sobre-en- deudadas o con activos complejos. Cuando la burbuja inmobiliaria estalló, provocó una crisis económica que implicó destrucción de empleo e imposibilidad de pagar cada vez más deudas en una economía sobre-endeudada. Muchos compradores de viviendas se quedaron con el compromiso del pago de hipoteca y sin un salario que les permitiera mantenerse; comenzaron los desahucios masivos. Los promotores de viviendas se quedaron con los créditos y la imposibilidad de vender sus construcciones. Algunos bancos se convirtieron en inmobiliarias quebradas. Al mismo tiempo muchos bonos procedentes de titulizaciones quedaron impagados, y las entidades que los tenían en cartera pasaron grandes dificultades económicas. Las consecuencias del cambio de política de financiación indican no solo la comisión de errores técnicos sino también graves fallos éticos en el sistema bancario. Fomentar el sobre-endeuda- miento hace pensar en una imprudencia masiva; las asimetrías de información y de poder ha- cen posibles injusticias hacia las partes más débiles. Pero además, en muchos sujetos se puede detectar una relación problemática con la riqueza. La burbuja de crédito coincidió con crecimiento económico mundial. En ese periodo muchos agentes se hicieron ricos: los bancos con la concesión de hipotecas y créditos; los promotores inmobiliarios vendiendo a precios muy superiores a los costes; los intermediarios inmobiliarios

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