6 Ética de las Finanzas 180718
167 Tercera parte
de conflictos de intereses: el directivo tiene incentivos a tomar riesgos excesivos, porque si la inversión sale bien él ganará, y si no sale bien se queda como está, quizás pierde el empleo, pero en cualquier caso más sufre la empresa. Es conocido el caso de Enron y sus posiciones en derivados. Especular con tu propia materia prima es una actividad de riesgo que puede repor- tar pingues beneficios, hasta que las cosas se tuercen. Este ejemplo pone de manifiesto que si la estructura financiera de la empresa o el riesgo de sus inversiones no son controlados por el Consejo, puede comprometerse la viabilidad futura de la empresa. Si la Comisión de Auditoría y Control no es capaz de poner freno a las políticas de intereses creados en una dirección u otra, estas acaban yendo contra el interés general de la empresa. Como las consecuencias no suelen ocurrir a corto plazo, la profesionalidad del Con- sejo se medirá por su capacidad de ir más allá de la inmediatez de los resultados económicos. Una de las características de las empresas españolas cotizadas es la concentración de la pro- piedad, la existencia de uno o varios accionistas con participación significativa que dominan el Consejo y tienen la capacidad de imponer los gestores, que a su vez participaran en el Consejo como internos. Los accionistas minoritarios quedan infra-representados en el Consejo a menos que haya un mecanismo activo para procurar representación al accionariado disperso. Una de las funciones de los consejeros independientes consiste en representar a los minorita- rios. Pero de hecho, lo que suele ocurrir es justo lo contrario: los gestores tienen la capacidad de solicitar de forma explícita la delegación de voto para la Junta de Accionistas, y con ella la capacidad de nombrar a los consejeros independientes, alineados con los accionistas mayorita- rios y con la propia dirección. Para contrarrestar esta concentración de poder está apareciendo cada vez con más fuerza el accionista activista: por el momento su actividad fundamental es acudir a las juntas de accionistas y reclamar bien el pago de dividendos porque existe caja que consideran ociosa, o bien la limitación de la remuneración de los directivos. El movimiento está tomando fuerza y empezando a buscar posiciones en los consejos para defender los intereses de los minoritarios y controlar a la dirección. Los gestores tienen frecuentemente una gran inclinación por el crecimiento: es mejor gestio- nar una empresa grande que una pequeña. Cuando el objetivo de crecimiento lo comparten los directivos con los accionistas mayoritarios y conjuntamente dominan el Consejo, ello se puede convertir en un peligro. El crecimiento per se no está mal; el problema son los riesgos de sobrevivencia a largo plazo para la empresa, sobre todo si el crecimiento viene financiado con deuda. Es el caso del crecimiento en la producción de muchas empresas de construcción en los años del boom español, o del mismo crecimiento del nivel de actividad de la banca. Cuando los LOS MINORITARIOS Y EL CRECIMIENTO INSOSTENIBLE
Made with FlippingBook - Online catalogs