6 Ética de las Finanzas 180718
149 Tercera parte
cidad que permite superar determinadas situaciones con sacrificios mutuos, pudiendo llegar, como hemos visto más arriba, a la inmersión total o parcial.
En realidad, cada pyme es un mundo, y cada director financiero podría contarnos su historia, no siendo infrecuente que acabe convirtiéndose en una especie de asesor económico del empre- sario en temas que trascienden la propia empresa, o que acabe mediando en conflictos fami- liares, sobre todo cuando el accionariado de la empresa es familiar. Así que no es difícil imaginar otros problemas éticos de estos profesionales, que pueden ser tan serios o más que los antes analizados. Esos problemas son, en muchas ocasiones, complicados de resolver, y la solución a la que lleguemos puede no ser “políticamente correcta”.
9.3. PROBLEMAS MÁS TÍPICAMENTE FINANCIEROS
Vamos a centrarnos ahora en los aspectos directamente financieros del trabajo del director financiero de cualquier empresa, sea grande o pequeña, repasando algunas obligaciones éti- cas de estos profesionales. Así, por ejemplo, cuando alguna entidad o algún colectivo decide financiar a una empresa, se basa en la información pública disponible, y, de manera especial, en la aportada por la empresa (en algunas ocasiones pública, en otras preparada solo para el financiador). En consecuencia, un tema clave es la calidad de la información suministrada a los que van a aportar financiación. Tal es el caso de:
• Proveedores que confían en que se les va a pagar en plazo, y deben poder contar con in- formación suficiente y veraz sobre la situación financiera y las perspectivas de la empresa.
• Acreedores en general, donde se incluyen los bancos, que confían en que se les pagarán los intereses y se les devolverá el principal de la deuda en los plazos establecidos. Así, no se puede mentir en la información que se aporta al pedir un crédito, y tampoco es ético pedir dinero que se cree que no se va a poder devolver. • Accionistas, con los que hay que ser especialmente cuidadosos, pues normalmente corren un riesgo mayor. Nos referimos especialmente a los accionistas minoritarios no involucrados en la gestión de la empresa; estos han de fiarse, fundamentalmente, de los estados financie- ros y de otras informaciones de la empresa, como las que se exponen en la Junta General de Accionistas. En todo caso es importante distinguir aquí entre las grandes empresas co- tizadas, que dan mayor información, auditan sus cuentas, son gestionadas de manera más profesional… y las pequeñas empresas, cuya información es más escasa y menos fiable. En todas, pero de manera especial en estas últimas, hay que recordar que una información completa y fiable es un derecho del accionista.
Made with FlippingBook - Online catalogs