6 Ética de las Finanzas 180718

133 Tercera parte

En definitiva, tenemos que ver cómo el objetivo financiero, adecuadamente utilizado y com- plementado, puede ayudarnos a conseguir el bien común.

8.2. UN OBJETIVO PARA LAS FINANZAS Y PARA EL CONJUNTO DE LA EMPRESA

Los manuales de Finanzas suelen establecer, explícita o implícitamente, como objetivo de la empresa “maximizar su valor en el mercado”, lo que se ha denominado objetivo financiero de la empresa. Este objetivo guía las políticas de inversión y financiación, donde se resumen las decisiones de las finanzas corporativas:

Así, es el fundamento para utilizar el Valor Actualizado Neto (VAN), criterio por excelencia para la toma de decisiones de inversión, tanto en condiciones de certeza como de riesgo.

Está en la base de los razonamientos de Franco Modigliani y Merton Miller que en sus famo- sos trabajos de 1958, 1961, 1963, 1977… fundamentaron con rigor las políticas de financia- ción, incluida la política de dividendos. En realidad no es aventurado afirmar que maximizar el valor de mercado es, en la práctica, el ob- jetivo de las finanzas en general, incluyendo las finanzas de mercado y las instituciones financieras como la banca o los seguros. De ellas, las finanzas corporativas son el núcleo fundamental. Pero nos atrevemos a dar un paso más al afirmar que maximizar el valor se plantea con frecuencia como el objetivo fundamental de la empresa. Para sustentar esta afirmación basta con repasar las declaracio- nes de presidentes y consejeros delegados (CEOs) de grandes corporaciones que, con frecuencia, pronuncian solemnemente frases como“nuestro objetivo es crear valor para nuestros accionistas”. En la misma línea se sitúan los códigos de buen gobierno, que reconocen la maximización del valor como un objetivo fundamental para la empresa. En España, a la hora de escribir estas lí- neas, tenemos tres (web de la CNMV): Olivencia, Aldama y Unificado de Conthe. Si nos fijamos en el último, dice textualmente en el nº 7: «… que el objetivo último de la compañía y, por tanto, el criterio que presida la actuación del Consejo sea la maximización, de forma sostenida, del valor económico de la empresa. Frente a otras interpretaciones más amplias del “interés social”, ésta parece preferible, por- que proporciona al Consejo y a las instancias ejecutivas sujetas a su supervisión una directriz clara que facilita la adopción de decisiones y su evaluación».

No es difícil adivinar un intento de superar el problema de agencia marcando un objetivo claro y medible. Por otro lado es muy importante para los economistas conseguir una correcta asig-

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