6 Ética de las Finanzas 180718

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7.5. EL ENTRECRUCE ENTRE LA EMPRESA Y LA FAMILIA: CONCILIACIÓN

Un último punto de importancia para este capítulo es la conjunción de nuestro rol profesional en la empresa con nuestro rol en la familia. Los marxistas solían hablar de la producción y la re- producción de los factores (trabajo y capital): desde el punto de vista económico, el lugar de la reproducción del capital es la empresa con su investigación, innovación y reinversión; y el lugar de reproducción del trabajo es la familia. Y no solo de la reproducción del trabajo sino que, con- forme los sistemas de seguridad social han ido avanzando, también es el lugar de reproducción de los cotizantes que harán funcionar, o no, el sistema de salud y de pensiones. La Seguridad Social es más usada por la gente mayor que por los más jóvenes. En el modelo eu- ropeo, sanidad y pensiones constituyen sistemas de reparto solidarios intergeneracionalmente, es decir, los trabajadores actuales los pagan aunque ellos los utilicen menos a menudo. Cuando les llegue la edad de usarlos más, serán los trabajadores de ese momento quienes los pagarán. El supuesto detrás de la viabilidad de los sistemas solidarios de salud y de pensiones es que la pirámide poblacional tenga una base más grande que su cumbre. Lo que está ocurriendo es justamente lo contrario. Una visita a la página web del Instituto Nacional de Estadística muestra datos desoladores para la natalidad en España, incluidas una pirámide poblacional invertida a partir del segmento que al momento de escribir tiene 35-39 años de edad (lo que implica envejecimiento), y un pronóstico de crecimiento vegetativo ne- gativo (sin contar por tanto la entrada y salida de migrantes) desde 2017. En países distintos, en especial de otros continentes, la situación no es tan dramática, pero las tendencias sí van en el sentido de una población de más edad con familias de menos hijos. El resultado socioeconómico de no atender a la reproducción del factor trabajo va a ser nefas- to sin duda. También lo será el resultado cultural de mujeres teniendo menos hijos de los que desearían y más tarde, porque no pueden permitirse el lujo de dedicarse a la crianza antes de haber consolidado su carrera profesional, o porque no cuentan con facilidades suficientes de empleo a tiempo parcial o de reincorporación al mercado laboral una vez retiradas de él por unos pocos años. Las opciones de las personas y las familias deben siempre ser respetadas. Siempre que sean en efecto sus opciones personales, y no se encuentren en los niveles que Zimbardo llamaría sistémico o situacional. Es decir, tener pocos hijos y tenerlos tarde en la vida puede ser la opción de una familia joven dados el sistema dentro del que viven y la situación en que se encuentran dentro de ese sistema. Puede no corresponder a sus deseos más profundos sino a presiones externas.

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