6 Ética de las Finanzas 180718

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Si una posibilidad es cambiar de empresa (o empezar una propia, lo que supone unos ries- gos bastante mayores que simplemente cambiar de empleador), otra posibilidad es cambiar la empresa en que nos encontramos. Como decíamos, es verdad que los empleados son socia- lizados en la empresa y en cierta manera condicionados por sus procedimientos internos de asignación de objetivos, remuneración, evaluación, etc. En ese sentido funcionan los esquemas jerárquicos que Stanley Milgram notaba en su experimento. Pero también es cierto que los em- pleados construyen la organización. Sin su trabajo de cada día, la empresa no produciría nada; sin su forma de relacionarse, la empresa no sería socialmente relevante; sin sus decisiones, la empresa no tomaría ningún curso en la sociedad. La organización es lo que los empleados hagan de ella. Al ascender en la cadena jerárquica de la empresa se adquiere más poder para volver forma general de hacer aquello que ya es una convicción moral compartida por muchos en la empresa. Un primer paso de ese camino de mejorar la calidad moral de la organización consiste en dar razones éticas (además de las técnicas) para las decisiones que proponemos. Al explicar por qué debe hacerse tal o cual cosa desde el punto de vista ético, hacemos algo más que argu- mentar nuestra posición: situamos el desacuerdo, si lo hay, en el terreno de la razón, no en el del poder. En ese terreno, la discusión puede ser ganada por quien tenga las mejores razones, independientemente de la fuerza o el poder que consiga organizar tras ellas. Curiosamente, eso es en beneficio de la organización a la que no le conviene que las decisiones corporativas sean tomadas en virtud del poder de cada cual sino de la calidad de sus propuestas. La toma de decisiones en los diálogos corporativos es uno de los objetos de la ética del diálogo propuesta por Jürgen Habermas y Karl Otto Apel. Estos autores sostuvieron que la justicia de una decisión tomada colectivamente depende de una serie de factores de procedimiento ne- cesarios para que se forme una “comunidad ideal de comunicación” que, si bien es ideal y por tanto no se alcanza nunca, sí sirve para evaluar los diálogos existentes y sobre todo para ver si cualquier cambio propuesto los acerca al ideal o los aleja de él.

LECTURAS MFIA Ética de las Finanzas LIBRO 6

Esas condiciones son cinco:

1. Que todos los afectados por la decisión estén presentes en el diálogo donde se tomará, sean internos o externos a la organización.

2. Que ninguno ejerza poder sobre otro, restringiendo así su libertad, aunque posea ese poder.

3. Que todos argumenten sus posiciones usando el argumento de universalización, esto es, mostrando que si todos actuaran como ellos proponen, el resultado sería un mundo más deseable.

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