6 Ética de las Finanzas 180718
113 Segunda parte
Un conflicto típico de las pequeñas empresas familiares aparece entre los familiares-propietarios que están en la gestión de la empresa y los familiares-propietarios que no lo están (situación típica en las empresas familiares de segunda o tercera generación). Los primeros, por ejemplo, pueden preferir hacer más grande la empresa mediante la reinversión de los beneficios, o mejo- rando las instalaciones o sus propias retribuciones. Los que no están en la gestión pueden prefe- rir una retribución sustanciosa por dividendo. Pero la discrepancia entre crecimiento y dividendo puede darse entre los propietarios de cualquier pyme, independientemente de la forma de vin- culación a la empresa. Este problema ocurre de manera muy distinta en una gran compañía que cotiza en bolsa, pues el que quiere dinero puede “hacerse sus propios dividendos” vendiendo parte de sus acciones; sin embargo, en una pyme, los accionistas no tienen posibilidad de con- seguir dinero si no se reparten dividendos. De la misma manera, una gran empresa que quiere aumentar su capital, puede acudir a la bolsa, lo que no es posible para una pyme. Para la solución de todos estos conflictos es difícil dar una regla ética de aplicación general, fuera de la más evidente de conjugar en el medio y largo plazo la consecución de un equilibrio de los diversos intereses legítimos ligados a la empresa (justicia) con la necesidad de reinvertir para que la empresa permanezca competitiva en el tiempo (prudencia). Parece lógico que si la empresa obtiene beneficios estos se dediquen en todo o en parte a retribuir a los accionistas, dado, además, que normalmente no tienen posibilidades de vender sus acciones: están cauti- vos en la empresa. Pero dar como regla general esta obligación podría poner, en ocasiones, la empresa en peligro. El derecho español sí obliga a un cierto reparto si algún socio lo exige, lo que no parece desacertado.
6.6. CONFLICTOS DE INTERESES CON OTROS PARTÍCIPES SOCIALES
Aunque ya hemos comentado algunos ejemplos y no siempre son estrictamente financieros, presentaremos a continuación un posible conflicto con cada uno de los partícipes sociales o stakeholders (excluidos los accionistas) más típicos:
• Conflicto con los trabajadores por venta de las instalaciones y reubicación o finalización de la actividad.
• Conflicto con los acreedores por alzamiento de bienes.
• Conflicto con los proveedores por retrasos en los pagos.
• Conflicto con los clientes por no atender las devoluciones justificadas.
• Conflicto con las instituciones públicas por no pagar las cotizaciones a la Seguridad Social.
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