6 Ética de las Finanzas 180718

107 Segunda parte

El problema de agencia stricto sensu , al que nos hemos referido fundamentalmente hasta ahora y que aparece cuando los directivos no actúan como leales agentes de los propietarios, podría- mos generalizarlo: los directivos también pueden considerarse agentes del resto de los partí- cipes sociales o stakeholders : trabajadores, clientes, proveedores, acreedores, sociedad… Un directivo que no gestiona la empresa para satisfacer los intereses legítimos de esos partícipes, tampoco está cumpliendo con sus obligaciones. Sería el caso cuando actúa sin considerar la obligación de pagar a los acreedores (como ha ocurrido con los depositantes de algunas enti- dades financieras) o sin atender adecuadamente las justas reivindicaciones de los trabajadores. En las empresas se plantean muchos conflictos de interés; de hecho los directivos se enfrentan con frecuencia a dirimir algunos de ellos: ¿subimos el sueldo a los trabajadores o aumentamos el dividendo a los accionistas?, ¿hacemos una inversión rentable aunque arriesgada o asegu- ramos el pago a los acreedores?, etc. En general los directivos se enfrentan a diferentes tipos de conflicto: unas veces el conflicto aparece entre sus intereses personales y los de la empresa, otras entre los intereses de la empresa y los del cliente, o entre los intereses de dos clientes que compiten entre sí, etc. En la base de muchos problemas de agencia y de la mala solución que se da a algunos conflic- tos de interés, desempeña un papel fundamental la asimetría informativa: no todo el mundo tiene la misma información, y, si somos un poco más incisivos, tampoco tienen la misma capa- cidad para procesarla ni el mismo interés en hacerlo. También la falta de independencia influye para que todo esto ocurra, dificultando una resolución adecuada de los conflictos de interés cuando nos sentimos dependientes de una de las partes. Veamos algunos ejemplos: Un directivo puede sostener una relación familiar o personal con un proveedor, o con un aspi- rante a un determinado puesto de trabajo. Puede aparecer así un conflicto de intereses entre lo que es mejor para la empresa y lo conveniente para su pariente o amigo. Estos casos se dan continuamente, sobre todo en las grandes empresas, por las complicadas redes de relaciones que se tejen a su alrededor. Es fácil ver que este conflicto de intereses vendría a ser una variante del problema de agencia antes estudiado. También puede aparecer un conflicto de intereses cuando una entidad perteneciente a un grupo bancario hace un análisis de las acciones de un cliente al que el banco le ha concedido un crédito: para concederle el crédito ha manejado una información que puede querer utilizar en el análisis, cosa que no poseen el resto de analistas. Para evitar este tipo de situaciones se establecen las denominadas ‘murallas chinas’: determinados departamentos del grupo no pue- den pasar información a otros departamentos; pero no siempre es fácil que eso funcione bien. LOS CONFLICTOS DE INTERÉS

Made with FlippingBook - Online catalogs