6 Ética de las Finanzas 180718
17 Primera parte
Tales argumentos éticos tienen además implicaciones políticas graves. Por una parte, de la sencilla política de andar por casa, indistinguible en realidad de la ética, por la cual la sociedad concede autoridad moral a unas u otras figuras dentro de ella. Autoridad moral significa que una cierta frase sea considerada como un enunciado de lo bueno en virtud de que alguien, y no otro, la dice. En materia normativa no puede pretenderse que lo importante sea solo el mensaje, no su emisor. Cuando se trata de describir las realidades pasadas o presentes podemos pensar que“la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero”, por usar el proverbio clásico. Pero cuando se trata de describir posibilidades deseables de vida para el futuro, ello no puede sostenerse. De quien expre- sa esas posibilidades esperamos que él mismo las realice en su vida ahora. Si no, ¿cómo sabremos que son posibles en realidad? De quien nos dice que tales o cuales posibilidades personales serán socialmente beneficiosas, esperamos que él sea ya benéfico para la sociedad. Si no es viéndolos realizados, ¿cómo sabremos que sus resultados sociales son deseables en concreto? Pues bien, una consecuencia de la crisis ha sido la pérdida de autoridad moral de las profesiones financieras. De hecho, la autoridad moral que esas profesiones pudieran tener como guías en el capitalismo de nuestro tiempo, que es un capitalismo financiero, ha sido reemplazada por la sospecha. Incluso cuando alcanzan el éxito que buscan, y con ello de alguna manera se valida su pretensión, las poblaciones sospechan que ese éxito ha sido obtenido a costa de los intereses de los clientes, no a su servicio; menos aún al servicio de la sociedad en su conjunto. Ser financiero es, en este momento, un mal oficio para muchas personas, una forma apenas encubierta de vampi- rismo. Relacionarse con los clientes y venderles productos financieros se ha hecho más difícil por esta desconfianza generalizada. También en la gran política se nota el impacto de esta pérdida de autoridad moral, que afecta a la consideración social de los principales banqueros pero también de los grandes empresarios y políticos que aparecen como sus stakeholders favoritos. Este contagio, que vemos ocurrir todos los días en la prensa, tiene consecuencias importantes para la legitimidad del sistema político. En los lugares más golpeados, como el sur de Europa, la legitimidad democrática ha sufrido mucho con la caída en desgracia pública de grandes empresarios, banqueros y políticos. De esta manera, mirando solo nuestra situación al momento de redactar estas líneas, ya encon- tramos aspectos morales muy diversos y significados morales de importancia en fenómenos rela- cionados con las finanzas, que en principio quizás no clasificaríamos como éticos. Tras haber dedi- cado estas palabras a situar el tema en nuestro contexto y echar un primer vistazo a sus múltiples aristas, este capítulo sigue en tres partes. En primer lugar, describiremos la vida moral, tanto a nivel personal como social. Después, nos ocuparemos de la importancia, el enfoque y las dificultades de una Ética de las finanzas. Finalmente, presentaremos el plan de esta obra y dejaremos al lector en situación de elegir qué leer y en qué orden.
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