6 Ética de las Finanzas 180718

153 Tercera parte

3. Imagínate una empresa familiar donde hay un conflicto: el padre y fundador, presidente de la compañía y que pasa ampliamente de los setenta, se ha enamorado de su joven secretaria, que, con el apoyo del presidente, empieza a manejar de hecho los asuntos fundamentales de la empresa. Los hijos, que dirigen los departamentos clave y están muy molestos con la situación, deciden plantarle cara en el Consejo de Administración (donde tienen mayoría). El padre, que mantiene la mayoría de las acciones, disuelve el Consejo y te pide, como direc- tor financiero y persona de confianza “de toda la vida”, que diseñes el nuevo organigrama, prescindiendo de los hijos, y poniendo a su nueva pareja como vicepresidenta. La empresa tiene un importante volumen de negocio y estaba correctamente gestionada por los hijos; es razonable pensar que con el padre ya mayor y la inexperiencia de la nueva vicepresidenta, el negocio tenga problemas. Pero también es verdad que el padre actúa sobre un negocio que él creó e hizo grande: ¿quiénes son sus hijos para decirle lo que debe hacer con su vida? Casos de este estilo se dan con cierta frecuencia; puedes buscar en la prensa algún caso simi- lar. Con las hipótesis adicionales que precises, ¿qué se debería hacer? 4. Busca en internet algún caso de productos diseñados para la financiación de una gran em- presa, aparentemente sin riesgo, comercializados entre el público, y que han terminado con inversores defraudados e indignados. Puede ser el de los pagarés de Nueva Rumasa (aunque las empresas que los emitían eran empresas del grupo), el de las participaciones preferentes de varias entidades financieras, o cualquier otro que se te ocurra. Intenta comprender el producto, enterarte de cómo se comercializó (¿se explicó el producto?, ¿se advirtió de su riesgo?), y valora si la rentabilidad que ofrecía era la razonable para un producto sin riesgo, comparando la rentabilidad que prometía y lo que ofrecía un depósito a un año en ese mo- mento en una entidad solvente. ¿Actuaron mal los que los emitieron? ¿Pecaron de avaricia algunos inversores que tenían conocimientos suficientes para saber que nadie ofrece esos intereses sin riesgo?