6 Ética de las Finanzas 180718

101 Segunda parte

los grupos con gran poder de negociación formen un nuevo oligopolio a nivel mundial que escape de toda regulación. La salud del sistema financiero depende de su propia capacidad de regeneración para dar entrada a nuevos partícipes que impulsen la economía.

5.12. CONCLUSIÓN

Las funciones del sistema financiero se mantienen constantes a lo largo del tiempo: poner en contacto ahorradores e inversores para que unos financien a otros. Sin embargo, desde los años 80 hasta el momento de escribir este libro las transformaciones han sido espectaculares. Tres razones básicas conducen al cambio en los mercados: la globalización, la desregulación del sis- tema financiero y el progreso tecnológico. Si a estos cambios unimos la política económica de tipos de interés bajos nos encontramos con unas reglas del juego en el sistema que son difíciles de reconocer desde la óptica de los años 80. El mercado financiero siempre ha sido un elemento clave en el desarrollo de los países y las economías. Los cambios de los últimos años lo sitúan en el centro de la actividad económica. El volumen de negocio se ha multiplicado por cuatro en veinte años, ha dejado de ser el velo que cubre la economía real para ser un elemento central de la economía. Han cambiado los productos financieros con la aparición de derivados, y se han desarrollado instituciones desde los fondos de inversión a los Hedge Funds o Private Equity . La titulización, con la transmisión de riesgos del originador al inversor, ha contribuido a la dilución de la responsabilidad en los con- tratos, y a que la medición de riesgos no sea nada más que una pantalla de ocultación de los riesgos reales. Todos estos cambios tienen lugar en un entorno de crecimiento económico en que el merca- do financiero, a través de sus distintas instituciones, canaliza un flujo de riqueza creciente que ha tendido a concentrarse en pocas manos. En los treinta años de transformación del sistema hasta la llegada de la crisis de 2007, las oportunidades de negocio han aparecido como grandes ventanas, y los agentes del sistema las han aprovechado. En el proceso de transformación las responsabilidades quedan diluidas y los riesgos esparcidos por un sistema que utiliza meca- nismos sofisticados de medición pero no considera información relevante sobre los riesgos si esta no entra en unos modelos rígidos. Como consecuencia, la información de sentido común, como el exceso de endeudamiento o el exceso de concentración de poder de determinadas empresas, queda desdibujada con el crecimiento, y sin embargo amenaza a los productos co- merciados a través de la amenaza que suponen al conjunto del sistema.