MANUAL GESTIÓN DEL CAPITAL HUMANO CONCEPTO Y FUNCIONES

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GESTIÓN DEL CAPITAL HUMANO: CONCEPTO Y FUNCIONES

hacen terminarán descubriendo la fórmula. No queremos que sea el Estado quien lo haga: queremos que sean las empresas. El Estado tan solo debe regular ese mercado para evitar una especulación sobre esas patentes. Igualmente esas empresas tienen la RSC de mantener sus puestos de trabajo. Una empresa ciertamente está para ganar dinero, pero no puede cerrar una planta para llevarla a otro país donde la mano de obra es más económica. Sin duda deben ser rentables, pero tienen una responsabilidad con la sociedad, y si no la cumplen, la sociedad lo penalizará. Las empresas estamos aprendiendo que esa reputación, esa imagen que generamos en la sociedad influye en la cuenta de resultados y eso es algo que cualquier directivo tiene en primer lugar.

Sociedad

Organización

Persona

El segundo plano se refiere a la relación de la empresa consigo mismo, es decir con su propia organización. Las entidades se han dado cuenta de lo estratégico que resulta cuidar de su propia estructura, de activar medidas que mejoren su gestión sobre todo en los que hace referencia al Capital Humano. Resulta curioso observar que los departamentos de recursos humanos existen desde hace apenas 50 años. Antes tan solo existían las relaciones laborales (nóminas, seguridad social, relación con sindicatos, convenios colectivos…) La parte de Capital Humano, tal y como lo concebimos en la actualidad (formación, selección, gestión, retribución, valoración de puestos, clima laboral…) apenas tiene unos años y responde a la necesidad que tienen las empresas de mejorar el entorno donde operan mis trabajadores, pues cuando ellos encuentran mejores condiciones de trabajo mejoran sus productividad: es una ecuación que siempre se cumple. El tercer plano, y sin duda el más importante, es la relación de la empresa con cada trabajador. Me refiero aquí, no a las condiciones de trabajo de cada empleado, sino a la relación particular entre esa empresa y mi realidad. La idea es sencilla: si la empresa se preocupa por mis cosas, casi seguro que yo me preocuparé por las suyas, y por el contrario si la empresa pasa de mí, casi seguro que yo paso de ellos.

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