MANUAL GESTIÓN DEL CAPITAL HUMANO CONCEPTO Y FUNCIONES

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GESTIÓN DEL CAPITAL HUMANO: CONCEPTO Y FUNCIONES

Este juego nos lleva a darnos cuenta que la rentabilidad en la empresa está vinculada a otros conceptos a los que denominamos Responsabilidad Social Corporativa (RSC,) que tienen mucho que ver con la reputación de una empresa. Este concepto es muy poderoso pues hoy más que nunca una empresa vive de su reputación, de su intangible que se corresponde con la imagen que una empresa tiene en el mercado y en la sociedad. El 70% de la decisión de la compra de un coche es intangible. Compramos un coche porque nos gusta. Nuestros padres entraban en un concesionario y preguntaban: ¿consume mucho? ¿Se agarra bien las curvas? ¿Qué cilindrada tiene? ¿Es seguro? Nosotros no preguntamos nada de eso. Partimos de la idea de que todas esas cosas se producen, están ya presentes. De hecho todos los coches son iguales, algunos de ellos montados por los mismos fabricantes con especificaciones parecidas. Entonces ¿Por qué compramos un coche? Porque nos gusta, y eso es un intangible, una sensación, una emoción. Basta mirar la publicidad de los coches para darse cuenta de ninguna habla de las cuales del coche: hablan de sensaciones, de sentimientos. Se trata de una compra emocional, como la de un perfume. El slogan del banco de Santander es “Queremos ser tu banco” y la del BBVA es “Adelante”, más parecido a un club de montaña que a un banco. Hoy, las empresas deben mostrar su lado emocional como forma de atraer a los clientes y eso es lo que vemos en la publicidad. La reputación de una entidad tiene que ver con su RSC que tiene tres planos bien diferenciados: • La relación de la empresa con la sociedad • La relación de la empresa consigo misma • La relación de la empresa con cada uno de esos trabajadores La relación de la empresa con la sociedad tiene que ver con el respeto de la empresa a las leyes, al medioambiente. Recordamos casos como el de Emro, que llevo a que la mayor auditora del mundo (Arthur Andersen) desapareciera. Si la empresa no cumple, la sociedad lo penaliza de inmediato, como penaliza que esta no cuide del medioambiente o cumpla los criterios éticos (cada vez más fondos de inversión exigen determinados certificados para invertir en esas empresas. Criterios que tienen que ver con ética, como que no usen menores de edad en la cadena de producción). Pero esa relación con la sociedad no se queda ahí. Tiene que ver con lo que la empresa hace por la sociedad, y de ahí el que es habitual que las grandes empresas tengan políticas de patrocinios en temas sensibles para la sociedad: desde el cuidado a los inmigrantes, las enfermedades raras, el deporte, el cuidado de la infancia o de los menores… Son aspectos que nos hacen sentir que las empresas contribuyen al bien común y eso nos hace mirarlas con mejores ojos: sentirla más cercana, identificarnos con sus valores y con sus productos. Pero esa relación afecta a más elementos. Nos referimos a que son las empresas las que tienen obligación de generar valor. En las sociedades de libre mercado (todas en el mundo, quitando Corea en el norte) son las empresas las que deben cubrir las necesidades de la sociedad. Así, si es necesario descubrir una vacuna contra el cáncer, son los grandes laboratorios los que trabajan en esa investigación. Sabemos que si lo

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