MANUAL GESTION DE LA ENERGIA
MANUAL GESTIÓN DE LA ENERGÍA
El otro sigue un camino más abierto, más pragmático y más en consonancia
con una globalización inteligentemente concebida.
Según la percepción de EE UU, el gran consumidor del hemisferio, América
Latina podría cambiar el equilibrio mundial de la geopolítica energética en el futuro. Si
EE UU pudiera depender sólo de la energía de las Américas, es decir, si las Américas
pudieran ser autosuficientes en energía, los norteamericanos piensan que podrían
quedar liberados de las rivalidades entre los grandes consumidores de Europa y Asia
por los recursos energéticos del «gran creciente».
Pero, por otro lado, parece que los países productores de América Latina,
particularmente los que están siguiendo políticas de nacionalismo energético,
pretenden impulsar una diplomacia energética que obstaculice estos objetivos
norteamericanos, estrechando lazos con otros clave en Eurasia para tejer una alianza
«antiimperialista» (léase «antiamericana»).
Pero, en última instancia, estas dos estrategias están destinadas al fracaso, ya
que el mercado global del petróleo, por su propia naturaleza, restringe las
posibilidades de utilizar este hidrocarburo como un arma geopolítica.
El rumbo de Brasil representa otro camino: un país consumidor que intenta
aumentar su propia producción energética sin utilizar políticas que rompen con el
patrón de interdependencia y sin salirse de la globalización.
3. CRECIMIENTO ECONÓMICO ENERGÉTICO
Crecimiento económico y riesgo de la energía 3.1.
Durante el siglo XX, el paradigma energético dominante se centró en producir
energía, en cantidad abundante y de buena calidad. El efecto de su producción a gran
escala no fue motivo de preocupación ambiental hasta fines de la década de los
ochenta.
Es claro que sin fuentes energéticas abundantes no hubiera sido posible
sostener el ritmo de crecimiento económico mundial y alcanzar el grado de calidad de
vida actual.
87
European Open Business School
Made with FlippingBook Online document