DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS
DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS
Las prácticas retributivas de los últimos años han estado basadas en
criterios automáticos, pues el poder adquisitivo estaba garantizado a través de los
aumentos salariales que se producían anualmente de acuerdo con la evolución del
Índice General de Precios al Consumo, o conforme a lo que se hubiera pactado en
las negociaciones de los convenios colectivos.
Cuando la crisis hizo acto de presencia y la competencia se volvió más
agresiva, quedaron de manifiesto las limitaciones que tenía la aplicación en
automático de estos “factores determinantes” así como que, teniendo en cuenta su
rigidez, resultaban insuficientes para motivar al personal.
Ante esta realidad poco alentadora, las empresas comenzaron a plantearse
la conveniencia de aplicar a los salarios métodos individualizados.
Individualizar los salarios significa pagar a cada empleado de acuerdo con
su actuación y de cómo contribuye a la consecución de los objetivos
empresariales. Con dicha política, se buscaba alcanzar determinados objetivos,
como son:
Mejorar la gestión de los Recursos Humanos, reconociendo y
favoreciendo el mérito individual.
Facilitar la comunicación y la consecución de los objetivos
colectivos e individuales.
Flexibilizar la gestión de los costes salariales.
En cualquier empresa, el reconocimiento y la retribución deben estar
enmarcados en una política retributiva global que, para atraer, fidelizar y motivar a
los mejores profesionales, tenga en cuenta algunos principios entre los que se
puedan citar, que sea:
Motivadora y estimulante, retribuyendo algo más que los niveles salariales,
lo que exige tener en cuenta las expectativas y necesidades de los
empleados.
Flexible, que permita adecuar los costes salariales a las posibilidades
económico-financieras, así como a los resultados de la empresa.
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European Open Business School
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